sábado, 27 de febrero de 2010

La fama cuesta.

Son las 7:21 horas de un domingo más, ayer salí de mi casa a las 16 hs. y acabo de llegar con la piel empapada de alcohol y algún que otro amigo fatal, así que las falta de expresión u ortografía creo quedan perdonadas...

Ha sido una tarde-noche noche intensa, ha habido de todo, bebida, sustancias químicas, estrellas, delirios, mucha fiesta... de todo, y además he trabajado...


Madrid es distinta, es fiesta, es alternativa, no duerme, te lo regala todo, te sienta en mesa de reyes, te sirve en bandeja una vida con la que soñar, pero no te la da, sólo te la insinúa e incluso te lo pone difícil mientras te sigue mostrando noches sonámbulas sin fin, porque si quieres pasan los días y ni siquiera amanece; pero, cómo vender tu soledad, cómo deshacerte de esta sombra impertérrita que te acompaña haya o no sol, cómo abandonar esta caricia de unas sábanas solitarias que no saben a nada e insisten en rodearte. Vendo cada centímetro de mi cuerpo, incluso cada glándula de mi lengua, todo por soñar, por seguir manteniéndome en esta ciudad hasta que se cumpla el sueño, pero cuánto vale soñar... hasta dónde abandonarme y esperar que suceda... no lo sé, pero voy a seguir intentándolo con todas mis armas, con cada paso que de.

¿Tanto cuesta la fama?
I love New York, I love my life, te quiero Madrid, te quiero, y aquí seguiré hasta cansarte y poder contigo.

1 comentario:

  1. Qué bonito texto... ¿Cuál es tu sueño? ¿Ser actor? Tú no te rindas, que nunca se sabe dónde puede salir esa oportunidad que buscas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar